El diseño estructural de una caja de plástico juega un papel crucial en la prevención de magulladuras y daños a las frutas durante el transporte. Estas son las formas clave en las que el diseño contribuye a la protección de la fruta:

Ventilación y flujo de aire:
Perforaciones u orificios de ventilación: muchas cajas de frutas de plástico están diseñadas con orificios o listones estratégicamente ubicados para permitir una ventilación adecuada. Este flujo de aire ayuda a mantener una temperatura óptima y previene la acumulación de humedad, lo que reduce el riesgo de deterioro y minimiza los puntos de presión que podrían dañar la fruta.

Absorción de impactos:
Material flexible: El plástico utilizado en las cajas puede absorber pequeños golpes y vibraciones que se producen durante el transporte. Si bien no es tan rígido como la madera o el metal, la ligera flexibilidad del plástico ayuda a amortiguar la fruta, reduciendo la probabilidad de magulladuras.
Esquinas y bordes reforzados: muchas cajas tienen esquinas y bordes reforzados para distribuir el peso de manera más uniforme. Este refuerzo estructural ayuda a evitar puntos de presión que puedan provocar que la fruta se aplaste por su propio peso o durante el apilamiento.

Apilabilidad:
Diseño entrelazado: cajas de frutas de plastico A menudo están diseñados para ser apilables, lo que significa que se pueden colocar de forma segura uno encima del otro sin moverse. Esto evita que las cajas se deslicen o vuelquen durante el transporte, lo que puede provocar magulladuras o daños.
Distribución del peso: El diseño garantiza que el peso de las cajas apiladas se transfiera a las paredes de la caja en lugar de a la fruta del interior. Esto evita que la fruta quede comprimida por el peso de las cajas superiores.

Superficies interiores lisas:
Fricción minimizada: las cajas de plástico suelen tener superficies interiores lisas, lo que reduce la fricción entre la fruta y la caja. Esto minimiza las abrasiones o daños en la piel durante el movimiento y la manipulación.
Sin bordes afilados: las cajas de plástico están diseñadas sin bordes afilados ni superficies rugosas, a diferencia de las cajas de madera que pueden tener astillas. Esto reduce las posibilidades de cortes o pinchazos en la superficie de la fruta.

Ajuste personalizado para diferentes frutas:
Especificidad de tamaño y forma: algunas cajas de plástico están diseñadas con compartimentos o dimensiones personalizados para adaptarse a tipos específicos de fruta. Esto evita el movimiento excesivo de la fruta dentro de la caja, limitando colisiones y magulladuras.

Durabilidad y Rigidez:
Resistencia a la deformación: Las cajas de plástico son duraderas y menos propensas a deformarse o romperse en comparación con las cajas de cartón o de madera. Su capacidad para mantener la forma bajo estrés significa que las frutas no se aplastan durante la carga, descarga o transporte.

Diseños plegables o modulares:
Compartimentos flexibles: algunas cajas de plástico modernas vienen con componentes ajustables o modulares que se pueden adaptar para asegurar diferentes tamaños de fruta. Estos compartimentos mantienen las frutas separadas y reducen el riesgo de que choquen entre sí.

El diseño estructural de las cajas de plástico garantiza una ventilación adecuada, absorbe los golpes y proporciona un entorno seguro y no dañino para las frutas, todo lo cual ayuda a prevenir magulladuras y daños durante el transporte.